Recomendación literaria: PUDOR
EL VACÍO Y SUS FANTASMAS
Pudor, Santiago Roncagliolo (2004)
Para estrenar esta sección he decidido hablaros de un libro que leí hace unos meses: Pudor, del escritor peruano Santiago Roncagliolo.
Encontré este libro el pasado verano, en una librería de segunda mano bajo una pila de novelas románticas. En un primer momento, el único interés que tuve por éste fue el título; una palabra tan sencilla y a la vez tan redonda. Pero cuando leí la sinopsis lo pagué y lo empecé a leer esa misma tarde.
Sinopsis de la edición del Círculo de Lectores del año 2005: No es que en la casa de esta familia impere el silencio, se trata más bien de que las palabras de ayuda que necesita un padre al que le acaban de diagnosticar un cáncer o los sueños de seductora de su mujer caen en el saco roto de la incomunicación junto con los problemas de distinto cariz de sus dos hijos o las ínfulas sexuales del abuelo. Y es que lo normal cuando dialogan la soledad más muda y el vacío más estridente es que se produzca un fatal desencuentro.
La novela cuenta un período de tiempo por el que pasa una familia humilde de Perú desde seis puntos de vista: el padre, la madre, el hijo, la hija, el abuelo y el gato. Todos y cada uno de los miembros de esta familia tienen sus propios problemas y deseos, todos tienen sus fantasmas, pero nadie le cuenta nada a nadie. Viven juntos bajo el mismo techo, pero todos están solos; solos con sus fantasmas.
A mi parecer, la novela expele un vacío tan irremediable y una sensación de soledad tan real que escuece en cada una de sus páginas. Y escuece más porque están muy bien integrados en la costumbre, en el día a día, en lo cotidiano. Eso le otorga una credibilidad atroz a cada suceso. De hecho, hay momentos en los que aparece un supuesto humor ácido que, más que hacer gracia, resultan un perfecto reflejo del ridículo al verse influido por esa soledad. Y otros momentos en los que algo que comúnmente se podría entender como erótico está narrado desde una inocencia o una realidad sexual (para nada pornográfica) tan unidas al sentimiento de vacío que consigue desazonar al lector.
Es un libro muy cinematográfico. He de admitir que, cuando lo leí, hacía poco acababa de ver Roma (2018), de Alfonso Cuarón, y en mi cabeza solo surgían imágenes en blanco y negro de lo que iba leyendo. Luego descubrí que el libro ya tiene una adaptación al cine: Pudor (Tristán Ulloa y David Ulloa, 2007), pero es bastante olvidable.
Sin más que decir solo me queda recomendarlo. Si lo encontráis por alguna librería o biblioteca no perdáis la oportunidad de leerlo y adentraros en esta incomunicada y solitaria familia.
Saludos.
Aarón Wong
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