Recomendación literaria: LAS PERSONAS DEL VERBO

EL PASO DEL TIEMPO Y ÉL

Las personas del verbo, Jaime Gil de Biedma

Galaxia Gutenberg
Sinopsis de la edición de Galaxia Gutenberg de 2019: Las personas del verbo reúne la poesía completa de Jaime Gil de Biedma, una obra que ha contribuido a modernizar la poesía de nuestro tiempo, entroncando la poesía de la lengua española con la tradición poética inglesa del monólogo dramático.

Hace algo más de un año, hablando con mi librera de confianza sobre poesía, ella me recomendó leer a Jaime Gil de Biedma. Yo le hice caso y nada más leer "No volveré a ser joven", me empecé a enamorar. Lo curioso y milagroso fue que, meses después, en la carrera, al empezar el curso, en una asignatura llamada Literatura y Cultura Española de Posguerra (impartida por un fantástico profesor al que siempre recordaré con cariño, José Teruel), Las personas del verbo de Gil de Biedma era de lectura obligatoria.

La guinda del pastel la puso el músico Alejandro Martínez (a quien ya conocía y seguía sus trabajos desde hacía tiempo), pues me enteré de que en 2011 lanzó un disco en el que convertía en canción algunos poemas de Gil de Biedma. Así mi enamoramiento por la poesía de Jaime Gil de Biedma se completó.

Antes de entrar de lleno en el libro, sepamos algo de su autor. Jaime Gil de Biedma y Alba fue un escritor español de la llamada Generación de los 50 (o de los niños de la guerra), nacido en Barcelona en 1929 y fallecido en 1990. De familia burguesa (de hecho, una de sus sobrinas es Esperanza Aguirre), intelectual, culto, comunista (rechazado) y homosexual, pero sobre todo poeta. El hilo conductor que cruza toda su obra se resume en: "el paso del tiempo y yo".

Aunque también hay ciertos temas recurrentes en su poesía como el enfrentamiento a su propia clase social, las ambivalencias entre experiencias e ideas, la relación entre el yo y sus ideas, el paso del tiempo desde un punto de vista melancólico y prematuramente envejecido, la ironía, la autocrítica destructiva, la inmersión monologada en los recuerdos más dulces de la juventud y la siempre presente discusión entre cuerpo y alma, deseo y deber, Pandémica y Celeste.

Zenda

Ya introducido el autor, en este libro se recopilan los únicos tres poemarios del escritor catalán: Compañeros de viaje (1959), Moralidades (1966) y Poemas póstumos (1968). En el primero expresa las crisis de su juventud, en el segundo su entrada a la madurez (con desacuerdos entre experiencias e ideas) y en el tercero expone la absoluta madurez y su muerte (poética), dejando un joven y hermoso "cadáver" literario.

Esta edición también incluye un apéndice de versos que el poeta escribió a su amigo Carlos Barral, algunas notas editoriales y autobiográficas, y un prólogo de James Valender.

Paso ahora a recomendar mis poemas favoritos de cada poemario dentro de este libro (adjunto algún fragmento de cada poema):

Compañeros de viaje:

Idilio en el café
[...]
Ven. Salgamos fuera. La noche. Queda espacio
arriba, más arriba, mucho más que las luces
que iluminan a ráfagas tus ojos agrandados.
Queda también silencio entre nosotros,
silencio
y este beso igual que un largo túnel.


Aunque sea un instante

[...]
Se olvida
pronto, se olvida el sudor tantas noches,
la nerviosa ansiedad que amarga el mejor logro
llevándonos a él de antemano rendidos
sin más que ese vacío de llegar,
la indiferencia extraña de lo que ya está hecho. [...]

Moralidades:

La poesía es un arma cargada de futuro
Loca
La noche, que es siempre ambigua,
te enfurece -color
de ginebra mala, son
tus ojos unas bichas.

Yo sé que vas a romper
en insultos y en lágrimas
histéricas. En la cama,
luego, te calmaré

con besos que me da pena
dártelos. Y al dormir
te apretarás contra mí
como una perra enferma.


Pandémica y Celeste

[...]
Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.
[...]
Sobre su piel borrosa,
cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo. [...]

Poemas póstumos:



Contra Jaime Gil de Biedma

[...]
A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,

y la más innoble
que es amarse a sí mismo!

Wikipedia
Un cuerpo es el mejor amigo del hombre
[...]
Ese país tranquilo
cuyos contornos son los de tu cuerpo
da ganas de morir recordando la vida,
o de seguir despierto
—cansado y excitado— hasta el amanecer.

A solas con la edad, mientras tú duermes
como quien no ha leído nunca un libro,
pequeño animalito: ser humano
—más franco que en mis brazos—,

por lo desconocido.

No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,

es el único argumento de la obra.

T'introduire dans mon histoire...
[...]
La vida entonces, ya se cuenta
por unidades de amor tuyo,
tan diminutas que se olvidan
en lo feliz, en lo confuso.

La vida a veces es muy poco
y tan intensa —si es tu gusto—
Hasta el dolor que tú me haces
da otro sentido a ser del mundo. [...]



"El paso del tiempo y yo" como leitmotiv de su obra porque en esta se refleja cómo el paso del tiempo es el que hace estragos en la vida, en el cuerpo, en el deseo; el culpable de que cuestiones todas tus verdades e ideas, el que, aunque pase destruyéndolo todo, no borra de tu memoria lo vivido. 

Las referencias (y autoreferencias) e intertextualidad en cada uno de sus poemas muestran a un poeta que leía, dejando para la posteridad estrofas que nacen de haber leído estrofas de otros poetas.

En sus poemas, personalmente, respiro el anhelo de una juventud de la que solo queda recordar y las cicatrices que deja en el alma la experiencia. Escarbando en sus palabras se puede encontrar al joven poeta envejecido hablando (y sobre todo discutiendo) consigo mismo, tratándose con ironía y haciendo cómplice al lector de sus pensamientos y emociones.

[...]
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
Desnudo de cintura para abajo,
Hipócrita lector [...]
                              ("Pandémica y Celeste")

Con toda la sencillez posible y experimentando, Gil de Biedma logra plasmar, verso a verso, una autobiografía evocada con la que cualquiera puede sentirse identificado o indudablemente inspirado.


Para terminar, os dejo unas recomendaciones extra que son perfectas para sumergirse del todo en la poesía de Gil de Biedma durante la lectura del libro. Espero, de corazón, que disfrutéis del paso del tiempo y él:

-Alejandro Martínez canta a Jaime Gil de Biedma (2011) (Escuchar en SoundCloud)
Mis canciones favoritas de este disco son Loca, Albada y Contra Jaime Gil de Biedma.

-Joan Manuel Serrat cantando "No volveré a ser joven"



-Miguel Poveda cantando "No volveré a ser joven"



-Documental: Imprescindibles - Gil de Biedma: Retrato de un poeta


-Tomás Galindo recitando "Lágrima"



-Gonzalo de Castro recita "No volveré a ser joven"



-Jaime Gil de Biedma recitando "Pandémica y Celeste"



-Jaime Gil de Biedma recitando "Contra Jaime Gil de Biedma"



-Rodolfo Serrano dedica poema a Jaime Gil de Biedma



Aarón Wong

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