Mierdi-críticas: MARZO 2021
Breves mierdi-críticas de películas vistas en Marzo de 2021
Aquí pondré las películas que he visto en marzo con breves y cutres observaciones acerca de cada una (este año sin valoraciones sobre 10).
Antes de empezar cabe destacar que las críticas que hago están en el orden en que veo las películas cada mes y que voy subiendo a mi cuenta de Twitter, además de que no son nada profesionales. Y como novedad, este año empezaré a poner una ⭐ en mis películas favoritas de cada mes. Ahora sí, comencemos.
1. La reina de los lagartos (Burnin' Percebes, 2019) ⭐
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Berta es una madre soltera, joven y decidida. Vive un amor de verano con Javi, un hombre peculiar que está de paso por su vida y la de Margot, su hija. Pero todo amor de verano tiene un final y el de éste es hoy, o al menos así tendría que ser. Ya que una nave espacial viene a buscar a Javi. Pero todo se tuerce cuando la nave nodriza que tenía que recoger a Javi no aparece.
Una película apocalíptica con lagartos que vienen a la Tierra, pero enfocada a través de la mirilla del intimismo y la ternura. Sorprendente y bonito ejercicio de estilo, original y cuidado. Previsible, pero lo justo. Con planos y encuadres realmente maravillosos, actuaciones muy entrañables, unos aspectos técnicos muy bien llevados a cabo y una cierta comedia que hace que la cinta sea más llevadera y entretenida. Es lo mejor de la pareja Burnin' Percebes (Nando Martínez y Juan González) hasta el momento, con ese increíble Super 8 y esa mezcla de influencias y recursos técnicos y narrativos, que dan como resultado una muy buena película. Distinta y no para todo el mundo, pero muy, muy buena.
2. Foxy Brown (Jack Hill, 1974) ⭐
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Una joya de la serie B y del blaxploitation. Con música excelente, mucha violencia y mucho ritmo, y sobre todo una Pam Grier en estado de gracia. Por lo que tengo entendido, se asemeja mucho, en argumento, a Coffy (1973) del mismo director, pero a mí me parece alucinante, se parezca o no a otros filmes. Con la venganza como hilo conductor, en Foxy Brown se exploran con dinamismo y exuberancia temas raciales, sociales y callejeros a través de un prisma de típica película de acción o explotación. Y el resultado es magnífico, electrizante y divertido.
3. El club de los cinco / The Breakfast Club (John Hughes, 1985)
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Cinco estudiantes de distinta educación, formación y gustos son castigados a pasar un sábado en el instituto en el que estudian. Pronto las desavenencias entre ellos aparecen, especialmente cuando el director que les vigila se ausenta del aula.
Desde luego, es increíble como Hughes conseguía meterse en la mente de la juventud con tanta profundidad y realismo, como plasmaba las inquietudes típicas de los adolescentes y jóvenes sin tomarlos por niños o tontos. Esta película es una muestra extraordinaria de eso. Además, tampoco pone a los adultos todo el rato como "los malos", en ocasiones también les da otras dimensiones. Cuenta con una muy buena presentación de personajes al comienzo de la cinta, con las escenas en los coches y las conversaciones con sus respectivos padres. Al final, la cinta resulta un in crescendo de situaciones que llevan a los jóvenes personajes a tener la famosa charla en la que todo toma matices más oscuros e incluso emotivos. Y aunque cuenta con un final muy cómodo, resulta ser una delicia de película.
4. Los supercamorristas (Sammo Hung, 1984)
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Tomas y David son dos avispados vendedores de comida rápida china, que ofrecen desde su furgoneta en las calles de Barcelona. Su encuentro fortuito con la guapa carterista Silvia les pone en contacto con el detective novato Moby, quien está intentando encontrarla.
Graciosa, ligera y con mucho ritmo, pero muy mala, como era de esperar. Mítico trío suelto por Barcelona haciendo el tonto y montando espectáculos de artes marciales. No nos vamos a engañar, la cinta no soporta el paso del tiempo y cuenta con actuaciones muy malas y un guion pésimo, pero entretiene. Sirve para pasar un rato agradable de cervezas, sin más.
5. El imperio de los sentidos (Nagisa Ôshima, 1976)
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Una pareja de amantes vive una historia de amor llevada hasta límites inimaginables. La pasión se ha adueñado de ellos. El sexo ha pasado a ser lo único importante de sus vidas. Las ansias de la mujer por poseer a su hombre parecen inagotables y crecen cada día más hasta llegar a confundir el placer con el dolor.
Explícita y cuidada exposición de una obsesión, con una dirección excelente y una fotografía fantástica, que cuenta con un tratamiento del color grandioso. Los planos están compuestos con audacia y la puesta en escena es hermosa. El sexo es mostrado con realismo y desde la perspectiva del deseo. Tiene escenas muy pasadas de rosca, muy extrañas y muy crudas, que vistas hoy en día no son aceptables o resultan enormemente incómodas. Y al mismo tiempo creo que es realmente el olimpo del cine erótico mundial, porque tiene una carga dramática impresionante que envuelve la trama principal, por lo que no es solo sexo sin más, sino un drama de calidad en el que el sexo es el hilo conductor. Con ese final tan bestia pero al mismo tiempo tan bien llevado y ejecutado con tanta pasión y delicadeza.
6. La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993) ⭐
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Oskar Schindler, un empresario alemán de gran talento para las relaciones públicas, busca ganarse la simpatía de los nazis de cara a su beneficio personal. Después de la invasión de Polonia por los alemanes en 1939, Schindler consigue la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente, gracias sobre todo a su gerente Itzhak Stern, también judío. Pero conforme la guerra avanza, Schindler y Stern comienzan ser conscientes de que a los judíos que contratan, los salvan de una muerte casi segura en el temible campo de concentración de Plaszow, que lidera el Comandante nazi Amon Goeth, un hombre cruel que disfruta ejecutando judíos.
Una muestra dramática de, lo que llama Alejandro G. Calvo, "la burocracia del horror" del holocausto. Extraordinaria, muy dura, muy bella y desgarradora a más no poder. Esta es, con diferencia, la mejor película de Spielberg. Una absoluta obra maestra con un guion poderosísimo. Dirigida con maestría y con una fotografía excelente en blanco y negro. También es, por supuesto, el mejor papel de Liam Neeson, de Ralph Fiennes y de Ben Kingsley. La música de John Williams es emocionante como pocas. Y aunque cerca del final de la cinta Spielberg dilata un poco de más la emotividad de una escena, realmente, al terminar me he quedado sin palabras. Como digo, una obra maestra.
7. Holocausto caníbal (Ruggero Deodato, 1980)
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Cuatro jóvenes documentalistas se adentran en la selva amazónica, en pleno corazón de América del Sur, para realizar un reportaje sobre las tribus que habitan en esa región, de las que se dice que todavía practican el canibalismo. Debido a la desaparición de los reporteros, dos meses después un grupo de rescate es enviado para averiguar qué ha sido de ellos; lo único que encuentran es el material filmado sobre su terrible fin.
La película más censurada de la historia y clásico de videoclub es repulsiva y, por supuesto, difícil de ver por su crudeza. Un falso documental/ficción/metraje encontrado cruel y bañado en gore. Desagradable e irrespetuosa (por decirlo de manera muy fina) con los animales. Empieza muy fuerte con ese narrador describiendo una forma de vida salvaje, hostil y primitiva mientras nos muestran planos de Nueva York. Pero casi que eso es lo mejor de esta cinta. Para mí, la primera escena realmente impactante es la del castigo por adulterio a una mujer, la cual me deja con demasiado mal cuerpo. Y a partir de ahí se van desencadenando sucesos muy sangrientos que hacen apartar la vista al espectador. El mínimo interés que puede generar este filme viene de la exposición de ciertos conceptos antropológicos curiosos acerca de tribus salvajes caníbales. Eso y una escena de una matanza con música alegre. Sinceramente, no se la recomiendo ver a nadie. Una crítica a la sociedad moderna e inmoral en la que vivimos se puede hacer sin tanta violencia injustificada.
8. Wolfwalkers (Tomm Moore & Ross Stewart, 2020)
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En una época en la que reinan la superstición y la magia, los lobos están considerados como una fuerza demoníaca que debe ser eliminada. Robyn es una joven aprendiz que viaja hasta Irlanda junto a su padre para erradicar al último grupo de lobeznos que conoce, pero la situación cambia cuando Robyn salva a Mebh. Su amistad la lleva a conocer el mundo de los denominados "Wolfwalkers", transformándose en aquello que su padre la ha mandado a destruir.
Cautivadora, no importa la edad que tengas, la cinta te atrapa con su historia y sus personajes. El diseño y la animación son fabulosos y resultan novedosos, peculiares a la vista pero novedosos, con todo hecho a mano. Una paleta de colores otoñal y hermosa, con una composición de planos fantástica. Además de un montaje estupendo. Lo tiene todo para ser un clásico de la animación moderna. Entrañable, divertida y encantadora. No tiene nada que envidiarle a las películas típicas de Disney. La única pega, para mí, es que se me hace un pelín pesada en un momento dado. Pero por lo demás, muy, muy, muy recomendada porque es preciosa.
9. Pinocchio (Matteo Garrone, 2019)
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Adaptación de la clásica historia del muñeco de madera llamado Pinocho, que desea ser un niño de carne y hueso.
Oscura, aunque muy fea. Hace bandera de su feísmo, pero resulta en ocasiones irrisorio y cutre. Personalmente, me parece que hay aciertos en comedia, pero solo en ciertos puntos de la película. Me sorprende ver a Roberto Benigni en esta película, aunque tan solo aparece al principio y al final. Y me parece que el personaje de Pepito Grillo está muy desaprovechado. Aunque correcta como remake, se hace exageradamente larga y pesada, y finalmente resulta fallida. Lo que peor está de la cinta es que rompe con una de las premisas básicas de Pinocho: que al mentir le crezca la nariz. A su favor decir que no me esperaba este despliegue de medios y de efectos visuales (sobre todo de cara al final) para una película tan pequeña.
10. Amigo (Óscar Martín, 2019) ⭐
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Después de un grave accidente, David decide llevarse a su mejor amigo Javi y cuidarlo. Sin embargo, no pasa mucho tiempo antes de que salgan a la superficie las peleas entre los dos, dejando al descubierto una relación envenenada y homicida, más cercana a la locura que a la amistad que parecen tener.
Siniestro y morboso thriller psicológico, muy bien dirigido y excelentemente protagonizado por Javier Botet y David Pareja. Una película fantástica a la que no le hacen falta diálogos de más para expresar todo ese terror y esa locura que entraña. La composición de planos es realmente buena, con ese carácter tan narrativo que se ayuda de recursos sonoros y de montaje. También es buena la historia a la que asistimos, alimentada de muchas influencias terroríficas y nutrida de elementos que mezclan el realismo homicida con la fantasía más perturbadora. Además, con cierto subtexto de comedia negra inyectado en algunos puntos de la cinta.
11. La Liga de la Justicia de Zack Snyder (Zack Snyder, 2021)
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Versión extendida de "Justice League" (2017), que representará una versión fiel a la visión original de la obra de Zack Snyder, que fue apartado de la producción de la misma tras una tragedia personal y reemplazado por Joss Whedon.
Acción pura elevada al cuadrado. Es, literalmente, una película distinta a la del 2017, aunque argumentalmente siga siendo la misma aburrida historia. Descafeinada y en ocasiones ridícula, pero distinta, nueva y, a mi gusto, lo mejor del DC más comercial. Los efectos visuales están muy cuidados en esta ocasión, pero sigue habiendo cosillas que hacen que la película parezca un videojuego. El excesivo uso de la cámara lenta gusta mucho al principio y al final acaba cansando. Lo que sí me impresiona notoriamente es la música; sinceramente, es extraordinaria. En cuanto a los protagonistas, los dos mejores personajes son, de lejos, Wonder Woman y Aquaman. Además, Batman por fin es tratado con seriedad y respeto. Las partes de Superman (que aparece a las dos horas y media) son increíblemente aburridas. Pero, en general, el tratamiento de todos los personajes es profundo, en especial los de Ciborg, Flash y el villano-peón Steppenwolf. Lo último a destacar es el tono, pues es oscuro y violento. Mucho más disfrutable y épico que en cualquier película de DC que se haya hecho después de la trilogía de Batman de Nolan. Además, contiene sorpresitas interesantes. En definitiva, sí y no. Tengo una relación amor-odio.
12. Onward (Dan Scanlon, 2020)
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Ambientado en un mundo de fantasía suburbana, dos hermanos elfos adolescentes, Ian y Barley Lightfood, se embarcan en una aventura en la que se proponen descubrir si existe aún algo de magia en el mundo que les permita pasar un último día con su padre, que falleció cuando ellos eran aún muy pequeños como para poder recordarlo.
Una road movie con las mejores intenciones y que emula el estilo de algunos clásicos Pixar, aunque no lo consiga del todo. Muy, muy divertida y conmovedora. Y si bien no llega a ser excelente ni impresionante y en muchos aspectos deje un poco que desear, es una buena cinta, totalmente aplaudible. No obstante, es un filme metafórico y, de alguna manera, inteligente (sobre todo de cara al final), y todo envuelto en mucho humor y muchos colores, con el fin de otorgar magia al espectador, la magia que pierde y recupera el mundo al que nos enfrentamos en esta ocasión. Muy recomendable esta gran aventura de rol.
13. Ma Rainey's Black Botton / La madre del blues (George C. Wolfe, 2020)
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Corre el año de 1927 y Ma Rainey se encuentra grabando una nueva producción discográfica en un estudio de Chicago, Estados Unidos. La situación se empieza a poner tensa por las diferencias entre la llamada Reina del Blues, su agente y el productor. El control de su música es el motivo del enfrentamiento. Entre ellos, se encuentra el trompetista Levee, quien desea tener mayor protagonismo en la escena musical a través de un toque más contemporáneo en las canciones.
Viola Davis está impresionante y comparte pantalla con un Chadwick Boseman (D.E.P) completamente asombroso. Técnicamente no es ninguna maravilla, pero no está mal. Sobre todo la fotografía está bastante bien. Tiene un guion interesante con diálogos muy vivos y reflexiones monologadas impresionantes, siendo esto lo mejor que tiene la película, sobre todo cuando Boseman entre lágrimas le grita a Dios: "¿De qué tienes miedo? Ven y dame la espalda". Por otra parte, el respeto que le tiene la cinta al blues es extraordinario, y aún así no es una película de blues, este género es tan solo el hilo conductor para contar la historia de este peculiar grupo que refleja, desde una perspectiva mezclada (actual y pasada), el drama racial de los negros en EEUU en los años 20. Pero no solo eso, la película explora los conflictos religiosos, sociales, musicales y amorosos de los personajes que, además, son de edades distintas. Eso sí, el clímax no tiene ninguna fuerza, a pesar de la dureza del mismo.
14. La pequeña vendedora de sol (Djibril Diop Mambéty, 1999)
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En Dakar, la venta ambulante de periódicos siempre ha sido una actividad de los chicos, pero una mañana esta exclusividad es puesta en duda por Sili, la pequeña mendiga que vive en la calle desplazándose con la ayuda de unas muletas. Su decisión está tomada. A partir de mañana venderá periódicos, como todo el mundo.
Una cinta despreocupada, verosímil y que guarda entre sus escasos cuarenta y dos minutos una opinión y un mensaje social fuertes. Sorpresiva historia con un apartado técnico sencillo que se acerca al documental y con una dirección de actores excelente, que retrata una realidad social muy cruda. La protagonista, una niña discapacitada, es maravillosa, enamora al espectador de principio a fin. Otra cosa que me gustaría destacar es el bonito y sencillo uso que se le da a la música y cómo influye en las escenas. Muy recomendada para ver África desde el punto de vista de los africanos y no de hombres blancos. Además, la frase final es preciosa: "Y así es como este cuento se arroja en el mar. Quien lo respire primero irá al paraíso". De verdad, si tenéis la oportunidad de verla, vedla.
15. El juicio de los 7 de Chicago (Aaron Sorkin, 2020)
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En 1969 se celebró uno de los juicios más populares de la Historia de Estados Unidos, en el que siete individuos detenidos durante una manifestación en contra de la guerra de Vietnam fueron juzgados tras ser acusados de conspirar en contra de la seguridad nacional. Su arresto se produjo a consecuencia de unos disturbios contra la policía y el juicio, impulsado por el nuevo fiscal general, fue claramente político, dando lugar a una serie de conflictos sociales -manifestaciones, movimientos ciudadanos, impulso de los derechos civiles- que pasarían a la posteridad.
Sorprendente y muy pensada. Es, matemáticamente, una película de Oscar. El guion es excelente con líneas de diálogo explosivas que son oro puro y detallado a más no poder. La dirección, sin embargo, es correcta aunque demasiado simplona. Tiene momentos muy épicos y otros contados con cierta gracia. Tiene un ritmo trepidante y una ocasional narración a tres bandas que me eriza la piel. Además, cuenta con un reparto tremendo, de Michael Keaton a John Doman, pasando por John Carroll Lynch, Joseph Gordon-Levitt y Frank Langella. Pero el que, bajo mi opinión, sobresale como ninguno en este su primer papel dramático es Sacha Baron Cohen, que demuestra ser, no solo el actor más punk del panorama actual, sino un absoluto camaleón si se lo propone. Estoy muy de acuerdo con Alejandro G. Calvo cuando dice que lo que hace Sorkin en esta cinta es decir que hay que quejarse cuando las cosas van mal. La recomiendo ver, es muy disfrutable, a pesar de caer en clichés básicos del cine judicial.
16. Druk / Another Round (Thomas Vinterberg, 2020) ⭐
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Cuatro profesores de instituto se embarcan en un experimento sociológico en el que cada uno de ellos deberá mantener la tasa de alcohol en su cuerpo al mismo nivel, durante su vida diaria, intentando demostrar de esa manera que pueden mejorar en todos los aspectos de su vida.
Absolutamente maravillosa. En esta cinta danesa está todo bien, empezando por el reparto (haciendo énfasis en Mads Mikkelsen que está extraordinario). Se nota que el director sigue rigiéndose por ciertos aspectos técnicos del Dogma, pero elevando su trabajo a la gramática cinematográfica más pura, con cámara en mano junto a una genial angulación, composición y profundidad de campo. Con todo ello logra narrar una historia de alcoholismo mediante planos, que además reflejan el interior de cada personaje según su punto de embriaguez. Magnífico. La secuencia final es poética y hermosa, una delicia, es catártica para el protagonista y para el espectador. Un final brillante. Y ya hablando en general, la película es divertida, es triste, es increíblemente realista y muy intensa. No puedo dejar de recomendarla. Imprescindible joya del cine.
17. Le Daim / La chaqueta de piel de ciervo (Quentin Dupieux, 2019)
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En un pueblo de los Alpes franceses, la obsesión de un hombre recién divorciado con una chaqueta de ante le lleva a gastarse todos sus ahorros, además de fingir ser cineasta, e incluso hacer alguna cosa mucho peor.
Incómoda y un tanto aburrida, aunque con algunas partes de gran interés humorístico. Muy contemplativa y con la imagen casi sin contrastar. Los protagonistas están bien, tanto Jean Dujardin como Adèle Haenel desempeñan sus respectivos papeles con buena mano. Me hace gracia un momento específico de Haenel en el que dice que es una montadora que se dedica a re-montar películas que ya existen y que ha ordenado Pulp Fiction (Tarantino, 1994) y el resultado es una porquería. La cámara en mano a veces hace que el filme pierda fuerza ya que la información de los planos está muy bien distribuida. Pero bueno, hay que decir a su favor que va mejorando según avanza, aunque en general sea un poco simple, tanto en lo técnico como en lo argumental.
18. In-natural / The Stuff (Larry Cohen, 1985)
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Dos mineros descubren una extraña sustancia que emana de la tierra. La prueban y como tiene buen sabor deciden comercializarla. Su fama se extiende, y la toma mucha gente, pero esta sustancia afecta al cerebro convirtiendo en zombies a sus consumidores.
También conocida como El yogurt asesino, esta sátira de terror es torpe y muy ligeramente entretenida. Con desenfado y nulo desempeño el director elabora una evidente crítica a la sociedad de consumo, pero se va disolviendo con el paso de los minutos en una densa y nada interesante historia de terror que mucho tiene que envidiarle a cualquier cinta de serie B. Hay un uso de la pantalla verde puntual muy feo, al igual que sus efectos especiales en determinados momentos. Pero nada es peor que su enormemente mal guion, con elipsis gigantes y sin sentido. Me sorprende ver a un joven Paul Sorvino actuando en este filme. Y, de alguna manera, también me sorprende que alguien disfrute verdaderamente viendo esta película. Pero, pese a todo, me gusta un poco el final. No obstante, no puedo acabar sin decir que me ofende profundamente como la banda sonora de esta película imita (o lo intenta) tan descaradamente composiciones de John Williams.
19. Miedo a salir de noche (Eloy de la Iglesia, 1980)
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Un empleado de banco, tímido y asustadizo, va cayendo en las redes del miedo ante los acontecimientos que ve a su alrededor y la ola de delincuencia que parece invadir la ciudad, en los primeros años de la transición democrática española.
Áspero reflejo de la Transición española, con toques de comedia que aunque un tanto cutres son efectivos. Un buen papel protagónico de José Sacristán, que cuenta con un personaje, Cosme, como su contrapunto para crear debate y desplegar distintos puntos de vista acerca del miedo social. Tiene poco interés en lo técnico, pero el director hace uso de un recurso específico para demostrar la imaginación del protagonista (o la empatía del mismo) cuanto menos interesante. Lo que sí que hay que reconocer es que dentro de la filmografía de Eloy de la Iglesia, esta es una de sus cintas más flojas. Tiene una buena trama principal, con un gran clímax y un muy bien tirado final, pero tiene ciertas tramas secundarias bastante malas e innecesarias.
20. Godzilla vs Kong (Adam Wingard, 2021) ⭐
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Godzilla y Kong, dos de las fuerzas más poderosas de un planeta habitado por todo tipo de aterradoras criaturas, se enfrentan en un espectacular combate que sacude los cimientos de la humanidad. Kong y sus protectores emprenderán un peligroso viaje para encontrar su verdadero hogar. En el camino se cruzan inesperadamente con el de un Godzilla enfurecido que va causando destrucción a su paso por el mundo. El choque épico entre los dos titanes -provocado por fuerzas invisibles- es solo el comienzo del misterio que se esconde en las profundidades del núcleo de la Tierra.
Un enorme espectáculo que asegura diversión y evasión. De entrada hay que decir que uno no se puede esperar ver la próxima obra maestra del siglo XXI, la película es, desde el guion hasta las interpretaciones de su elenco, una mierda grande como un piano. Pero eso no quiere decir que la película no sea absolutamente disfrutable, porque lo es. Hay que admitir que los VFX son alucinantes y las peleas entre los dos enormes bichos son espectaculares. Pero, como cabía esperar, es previsible hasta el punto que se marcan lo que yo he denominado como un Batman v. Superman, pero no digo más porque caigo en spoilers. Eso sí, tiene sorpresitas y puntos muy fuertes en lo visual y en lo referente al MonsterVerse, sobre todo si eres fan. Yo, personalmente, la he disfrutado como disfruté a los cinco años de King Kong (Peter Jackson, 2005), siendo por supuesto del Team Kong, y se la recomiendo ver a todo el que le apetezca disfrutar de todo un blockbuster palomitero con estilo.
Y hasta aquí las películas que he visto a lo largo de este mes. Espero que os haya gustado y que os motive a ver alguna peli de estas que he mencionado.
Aarón Wong
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